26 de agosto de 2019

DE PUERTOS: LARRAU, COL DU SOUDET, LA PIERRE DE ST MARTIN Y ALTO DE LAZA

De esta etapa solo me faltaba por subir el Soudet, que lo había bajado en la Transpirenica con Lorenzo (fue entonces cuando me llamó muchísimo la atención, por bonito, por duro y por largo), el resto era conocido pero no por ello me faltaban ganas. Es más, el recuerdo de los viajes me venía constantemente a la cabeza y despertaba múltiples emociones en mi cabeza.

Desandando el camino de ayer, subo Larrau por el lado español, el más fácil. Con la bici de montaña lo subíamos en parte pero con la flaca y hasta arriba será la primera vez. La primera parte más arbolada y revirada da paso a un final abierto y con preciosas vistas.

Entre recuerdos de ayer mismol y otros más lejanos, corono y me lanzo a Francia. Para disfrutar hasta volver a los 300 metros de altura y encontrar un giro a derecha, cambio de valle y comienzo de la ascensión más larga que he realizado nunca... (eso creo). El cartel ya avisa y es solo hasta el Soudet, después queda la Pierre...

La primera parte es falso llano con algún repecho. Hay bastante gente accediendo a zonas de baño y restaurantes. El valle es muy verde y caluroso. En Larrau compré agua en una tienda pero ya no queda. Por suerte encuentro una fuente junto a un bar y me ahorro unos euros. No quiero repetir lo de ayer.

De esta subida hay un tramo intermedio que recuerdo especialmente, el trazado entre bosque serpentea y permite ver algunos montes "raros"... no hay prisa. Llego a un cruce y sigo a derecha, suaviza un poco y de golpe otro arreón. El monte abre un poco, se ve la cima y las cabras.

Al coronar Soudet se llega a la carretera de la Pierre de San Martin, mucho más suave y mejor asfalto, aunque se hace duro, los descansos y rampas se alternan para dar respiro a las piernas. Casi 1500 metros de ascenso del tirón. Ahora que estoy arriba no parece para tanto jejeje.

La cumbre es un poco insulsa pero al poco de bajar te brinda un paisaje espectacular. Aprovecho para sentarme y disfrutar. No hay prisa. Solo queda un puerto conocido y nada exigente. Aunque no hiciera fotos esa imagen no se me olvidaría nunca.

La bajada es vertiginosa hasta llegar al valle abierto y cruzar un gran cauce. Recuerdo como si fuera ayer la gran tormenta que me pilló una tarde en solitario en una tranpiroad. Al llegar a Isaba es tarde para comer pero el bar de otras ocasiones, con su música rock y buenos pinchos, está abierto. Que lujo.

Cuesta arrancar con la tripa llena y encima con calor sofocante pero es lo que toca. El alto de Laza es un tramite, con mucha historia pero un tramite para dejarme caer al camping.

Ha sido un día relajado y placentero a pesar del gran dolor de patas. Además no llego muy tarde y me da tiempo a acercarme a la selva de Irati en coche y seguir disfrutando. Quizá la única pena que me queda es darme cuenta que tal vez hubiera sido mejor empezar con esta etapa y no quemar todas las naves el primer día... pero así fue.

Como siempre dejo los datos de la etapa de transición en Strava.

24 de agosto de 2019

DE PUERTOS: IRATI EXTREM PLUS, D128, ERROZATE, LARRAU

No recuerdo las veces que había trazado una ruta así o parecida, un viaje de varios días por etapas para Mammoth... Tenía pensado hacer ese fin de semana una marcha en Pirineos pero no tenía claro librar y al final no me apunté... Todo fue confabulando y a pesar de ser fin de semana (me gusta menos viajar) al final junté rutas por etapas en tres sin moverme del camping... En realidad la primera ruta es casi como la Irati Extrem pero la parte añadida es la guinda del pastel.

Los primeros 60 kilómetros son de calentamiento... repechos conocidos, más largos, más cortos, todo verde. Tras el emotivo paso por Roncesvalles (recuerdos de transpirinaicas y caminos...) corono Ibañeta y comienza una bajada larga y de disfrutar... salvo sí te frenan los coches... El track lo diseñé a ojo así que no tengo claro el siguiente cruce, me da miedo bajar demasiado. Me asomo en uno de los pueblos pero toca dar la vuelta, sigo bajando y así me aseguro que no se corta. Empieza la fiesta.

Pasamos a Francia al cruzar el río Luzaide y tomamos la D128. El calor aprieta y la humedad agobia. He cogido agua no hace mucho pero al poco de comenzar la subida me doy cuenta que esa carretera estrecha no puede llevar a muchos lugares. Miro el mapa y no veo poblaciones próximas... bueno, si hace falta, pediré agua en alguna casa... Esta vez tengo suerte consigo agua fresca a través de una ventana... Sigo en modo ahorro y sufriendo las tremendas rampas pero con el bidón lleno voy más aliviado. El paisaje y el verde siguen impresionando ¿al fondo se ve el mar? está muy lejos creo...

Parece que lo duro se acaba, llego a un cruce con otra vertiente desde San Juan de Pie de Puerto y sigo de paseo por las alturas... en realidad no estoy alto pero lo parece. La carretera sigue siendo un poco de cabras, se nota cuando se baja. Hay un tramo de falso llano y luego baja bastante. Bosque de hayas, curvas y baches. Vistas espectaculares. El verde es el color y se maquilla de rojo a veces...

Volvemos a los 300 metros de altura. El calor te tumba pero por suerte encuentro un bar justo antes de comenzar a subir Errozate. Apuro el descanso y a remar. Es duro, muy duro, pero a la par de bonito. Recuerdo un tramo recto con pintadas... tremendo. Al llegar arriba sé que puedo recortar algo pero decido coronar y hacer el tramo completo. Me arrepiento en la bajada, la carretera está completamente desecha y hay socavones muy serios. Llevo horas sin ver a nadie... solo un francés con una bici de paseo y prismáticos...

Al llegar abajo hay un cruce que tomo a izquierda. Creo que a derecha se llega a la pista de Irati pero con la flaca no se puede unir al otro lado. Comienza otra subida, Col de Sourzay, precioso. Parece que estoy en medio de ninguna parte. Solo verde. Alguna rapaz y una caravana de 4x4 que parecen sacados del Paris-Dakar.


Encuentro el cruce del posible atajo anterior y al poco desciendo para afrontar el Col de Bagargui. La sombra se agradece, además no es muy duro por ese lado. Al bajarlo miedo me da. Paro a mirar el paisaje. Larrau está en frente. El nuevo valle y la tarde ofrecen un buen espectáculo. Enlazo con terreno conocido. Voy pensando en la Transpirenaica de carretera "especial edition" que nos marcamos Lorenzo y yo hace años. Me pareció uno de los puertos más duros que había subido nunca... Hoy tampoco lo subo estando fresco pero lo tomo con ganas. He tomado hasta un gel y la primera parte la subo a buen ritmo. Como es lógico, cuando llego a las terribles rectas estoy KO. Tengo que hacer eses. El sol ya va cayendo y se agradece, las vistas son muy distintas a la anterior ocasión. Disfruto del paso de Erroymendi, de las luces y las sombras. Del esfuerzo.

Hay un pequeño descanso así que me pongo el chaleco. Enseguida me doy cuenta que no es suficiente. Hay muchas sombra y voy empapado. Con más frío que vergüenza me acerco a una pareja de navarros que disfrutan del fresco junto a su furgoneta. La mujer sentada y con mesa delante lee revistas... Les pido si tienen un periódico viejo para ponerme en el pecho. Al principio se quedan desconcertados pero enseguida se disculpan por no tener y la mujer me arranca unas hojas de revista... Se lo agradezco en el alma.

Voy muy justo ya pero se me hizo menos duro de lo que recordaba. Antes de bajar me quito la ropa y trato de "secarme" al sol. Me pongo las hojas como puedo y bajo despacio. Aun así pasé bastante frío... seguramente tendrá sus consecuencias... pero eso tardaría en llegar... De momento he completado una ruta impresionante y de las más duras, seguramente, que he hecho y haré en un día. Aunque no descarto repetirla jejeje

Por último aquí dejo los datos de Strava, que 5000 metros de ascenso no se hacen todos los días... ^_^


17 de agosto de 2019

DE PUERTOS: SANTA INÉS, MONTENEGRO, NEILA Y LAGUNA NEGRA

Sin darle muchas vueltas me lanzo a carretera conocida (N110) para hacer coincidir mi ruta con el final de la vuelta a Burgos. Voy con el tiempo justo y sin mucha idea de lo que me espera pero sobre el mapa promete. Decido aparcar a los pies de Laguna Negra para decidir a la vuelta si subo o no. Conozco la respuesta pero mejor tener opciones...

A balón parado empezamos subiendo, con buena carretera al principio con muchas rectas, bosque y algunas rampas del 10% que se atragantan un poco pero de salida se lleva bien. Buenas vistas arriba donde hay una estación de esquí. Al coronar cambia el paisaje, se acaba el bosque de pino y la carretera se rompe y estrecha. Pienso, para mi, que en el otro sentido estaría mejor ese puerto.

Al llegar abajo atravieso Montenegro de Cameros y giro a la izquierda. Comienza puerto. De golpe. Algo más corto y más suave pero el viento de cara me hace sentarme y tomármelo con calma. Dejo Soria y entro en La Rioja. Un valle nuevo, paisaje variado y con encanto. Carretera disfrutona, curvas y vistas. Curvas y ribera. Pantano. Garganta. Pueblos. Muy chulo pese al intenso calor.

Al llegar a Venta el Goyo giro a la izquierda y comienzo a rodear el embalse. Las vistas son muy chulas. Algunos recodos se adentran en tierra y de pronto aparece un pueblo... Desde aquí comienza a picar, primero es falso llano, poco a poco entramos en un valle, que ya me resulta familiar, para tras otro giro a izquierda tomar la carretera que va al pueblo de Neila, otro valle cerrado y perdido que va sumando desnivel.

En uno de los pueblos me encuentro a un grupillo que lleva el mismo destino pero vienen del norte, hacemos grupo aunque "sin querer" lo rompemos... Nos juntamos en Neila para cargar más agua. Falta hace. En la subida al puerto, nuevamente, nos quedamos solo dos y en el cruce a la parte dura yo sigo mi camino. Hay mucha gente en las cunetas. Nadie me corta el paso y me vengo arriba, la gente aplaude y anima. Como mola. Llego sin aire y pidiendo la hora al tramo de vallas, ya no se puede pasar, es el "sprint" de meta.

Aprovecho para tirarme al suelo, comer y esperar. Se oyen los helicópteros. Los veo venir. Abrirse. Algunos arrancan. Reconozco a alguno (el ganador del Giro, un campeón del mundo...). La gente va llegando a cuenta gotas. No me espero a los últimos. Hay mucha diferencia y empiezo a bajar siempre parando y apartándome cuando viene algún grupeto. Bajo con varios profesionales que buscan el autobús.


Paso Quintanar y trato de seguir a otro ciclista que me adelanta. Colapso en el falso llano. Me dejo ir y paro en el siguiente pueblo en busca de un refresco. Empieza a caer la tarde y a mejorar el calor. Parece que voy recuperando. Me junto con otro ciclista que viene de Valencia y se hace más ameno. No me encuentro muy bien de fuerzas. He dado mucho en Neila y lo estoy pagando pero... sí. llego al coche, vacío bolsillos, cojo un chubasquero para la bajada y marchando una de Laguna Negra.

Casi me doy la vuelta. La alegría inicial se torna en vacío completo en las primeras rampas... bueno, rampas o kilómetros... hay un kilómetro a más del 11% de media. Voy haciendo eses. Hay tramos que yo creo son al 18 por lo menos...


Hace fresco o más bien frío. Hay un tramo que suaviza hasta llegar a la valla que corta el paso de los coches. Desde ahí me voy cruzando con gente que baja. Eso ánima o quizá es porque ya sé que queda poco o quizá por vergüenza... el caso es que me vuelvo a crecer y subo a tope. Que mala cabeza tengo... en fin.

A la vuelta, justo antes que cerrara el kiosko, aprovecho a tomar una cerveza. Me la voy bebiendo por el camino. Que gloria. La vuelta en el coche no dejo de recordar kilómetros e imágenes. Ha sido un día intenso. Otro para recordar. 3 días de descanso para recuperar según Garmin... o no.

Como siempre aquí os dejo la ruta en Strava.



1 de agosto de 2019

DE PUERTOS: CRUZ DE HIERRO, LA LANCHA, CRUZ VERDE, ALTO SANTA MARÍA

Sin tiempo para ir muy lejos pero sin ganas de salir desde casa, me desplazo a Aldeavieja, ya en Ávila para dar una vuelta "de tapas" por una zona que conocía pero a medias.

El puerto de la Cruz de Hierro y el de la Lancha se pasan sin dificultad. Aun no aprieta el calor demasiado, no hay tráfico, nos conocemos las curvas y la dureza. Desde que se corona este segundo tenemos bajada para aburrir. Paso Navalperal y sigo recto, nunca había ido por ahí. Buena carretera, mucha curva, el río se ve a veces. Paso el Hoyo de Pinares y la cosa sigue bajando, justo al contrario que el calor que ya empieza a agobiar incluso sin subir.

Casi 40 kilómetros favorables. Un lujo que se paga caro jejeje.

Cerca de Robledo, cerca de la estación de la NASA y entrando en un terreno afectado por un incendio no hace mucho, toca subir. La carretera es amplia y el paisaje desolado. Se hace duro.

En Robledo no encuentro fuente y no puedo subir el puerto así de corto así que entro en un bar y me tomo una cerveza y pido que me llene el bidón. Sin prisa, así da gusto. Me cuesta arrancar el puerto, sé bien que la primera parte es muy dura. Luego la dureza la aumenta el viento. Desde el cruce de la Cruz Verde sigo subiendo, también recuerdo que se hace bola pero las vistas ayudan. Una vez coronado dudo de por donde seguir pero al final opto por lo desconocido y bajo a la Paradilla, paso por la Estación y subo a Santa María de la Alameda. Hace muchos años había hecho ese camino por Robledondo para volver por Peguerinos y bajar por Abantos... cuando aun se podía hacer con una flaca.

La subida desde la Estación es dura, pegajosa y larga pero la cerveza en Santa María sabe a gloria... hasta las tapas de queso y morcilla que me ponen se disfrutan pese a que no ayuden...

Dejando a un lado Peguerinos bajo a Hoyo de la Guija y sigo dirección las Navas del Marques. La bajada es muy chula y el valle precioso, la tarde va cayendo y lo disfruto pese a llegar ya cansado. El tramo es rompepiernas hasta volver a Navalperal. Desde ahí toca remar y recordar batallas, la más reciente la de ese mismo año...

La Cruz de Hierro por ese lado me gusta, pero la última recta es criminal a estas alturas... a pesar de ello, viendo los datos del gps no me quedo a gusto y subo por los molinos, esta vez no iré hasta el final por no bajar y subir. Siempre impresionan esas aspas y el sonido... Ahora sí, ya es todo bajada hasta la furgo.

Mucho desnivel, muchas horas y un bonito recuerdo.

Aquí podéis ver la ruta en Strava.

21 de julio de 2019

CRÓNICA IV MARCHA CICLOTURISTA SOTOSALBOS MEMORIAL NICO ABAD 2019

Después de un principio de año diferente, con poco tiempo para entrenar pero con fines de semana libres para correr, me presento a la Nico con unas 15 carreras pero sintiéndome realmente menos escalador que otros años. Trato de quitarme presión ya que no puedo mejorar mucho lo realizado el año anterior. Aun así los nervios y la ilusión de hacerlo bien están ahí, es una cita importante, en casa y con un sentido homenaje.

El tiempo acompaña. Una suerte. Salgo con la incertidumbre de usar las ruedas de aluminio con cámaras de latex. Las tubelees se quedan en casa a falta de una cubierta nueva que no llega a tiempo. Lo noto bajando pero menos de lo que pensaba, quizá lo peor a la hora de rodar pero reconozco que el latex se amolda muy bien al terreno y parece que llevas menos presión para bajar y más para subir...

El guión se respeta casi hasta pie de puerto, donde hay varias arrancadas, yo sigo atento a la cabeza pero no me cebo, al final se me van unos segundos y toca remar hasta cotos con otro compañero. En la bajada pienso que no enlazamos pero sí. Esta vez hay suerte y nos reagrupamos un grupo de siete, los dos que se habían escapado con los tres que no pudimos seguir y David y yo que nos separamos en la bajada también.

Así llegamos al puerto clave, como un domingo entre colegas... y antes de empezar las hostilidades se le sale la cadena a Dani Torres y David se queda con él. El resto nos quedamos mirando, yo soy el único que sigo tirando, todos dicen de parar. Yo no arranco pero tampoco me voy a parar. Lo primero porque no es mi rival y lo segundo porque, como así fue, él no va a esperar a nadie. Al poco de cogernos se van los más fuertes y el grupo de siete se vuelve a romper. Para el recuerdo queda la foto de los cinco que esperamos a Torres. Pocas veces se lidera una prueba... ^_^

Que largo se hace este puerto cuando ves irse a la gente por delante... Otro año que se va el tren en la misma estación...

Hasta Pedraza me mantengo con otro compi, sé que es momento de nadar y guardar la ropa. El bidón y los ánimos que me da Virginia en ese punto son vitales. Nuevamente en el tramo siguiente nos coge gente que viene más fuerte por detrás. Ya solo pienso en mantenerme a rueda y llegar lo más cómodo posible. No va a ser fácil. El tercer puerto de la Nico es el tío del mazo disfrazado.

Voy superando tirones y repechos, amagos de calambres y quejas de la gente. Me doy cuenta que estoy más deshidratado de lo que me parecía. El grupo navega gracias a uno o dos. Lo de siempre. Yo no voy a arrancar ni a atacar ni nada. Se lo dejo claro. Entrando al pueblo nos alcanzan Buje y otro y se anima el esprint. Yo entro solo el último. Aliviado.

Un año más disfruto del masaje, de la charleta y los colegas. No me puedo estar mucho pero se agradece el buen ambiente a pesar del calor.

Como siempre los datos de Strava y la clasificación.

Nos vemos la que viene... o no.

6 de julio de 2019

CRÓNICA IV VUELTA A LAS PIRONAS, CANTIMPALOS 2019

Otro año más, carrera de casa, calor, viento, nervios... Este año entra en la copa de Castilla y León y hay ciertos intereses. El C.C. Getafe hace un marcaje ferreo hasta a sus propios compañeros, incluso a mi y algún otro que no puntuamos al ser de Madrid... pero bueno vayamos por el principio.

Este año al ir por libre decido correr con el maillot de la Nico, me apetece.
No somos muchos pero hay bastante nivel y representación variada de los equipos más conocidos en Master.

El viento soplaba, como es habitual, y decido anticiparme y arranco de salida. Aguanto en cabeza hasta la entrada de Escobar de Polendos y en la bajada que atraviesa el pueblo suelto por sorpresa al grupo que ya trataba de controlar el Getafe. A final del repecho me empiezan a superar. Al coronar veo que he estirado bien el grupo y es ahí donde se empieza a cortar. No puedo aguantar y voy dejando paso mientras trato de recuperar el mínimo aliento. En la bajada todo se abre un poco y busco sitio, se ve venir pero en ese momento no hay piernas. Se va un grupo y otro trata de alcanzar. Tiro de cabeza fría y espero a llegar a Turégano.

Allí, con el cambio de rumbo, el aire frena al grupo perseguidor pero la cabeza marcha lejos. Al cazar ese grupo se para un poco pero pese al sentido común y el aire de cara se suceden las arrancadas. El ritmo es muy controlado y me veo a mi mismo saltando a rueda y sin rueda... Pero poco a poco nos recortan siempre. También en los repechos. Se suceden ataques y en la parte dura se selecciona el grupo.

El paso por meta sirve para volver a tener el viento de lado, aguantamos, hay cuneta, más sufrimiento. A partir de Turégano más de lo mismo. Hasta el primer repecho. Arranco al mayor ritmo que puedo. Me coge Tomás Flor del Salchi (viejo amigo de estas lides) y le trato de seguir. Hacemos un buen corte. Pasamos el segundo repecho y llegamos al tercero. No voy mal pero llevo mucho rato pidiendo agua. Al fin me lo da un paisano en la cuneta. En ese momento cambio de postura para beber y al hacerlo, supongo que, me bajan las sales minerales en sangre y me dan unos calambres tremendos.

La experiencia me dice que siga pedaleando y lo hago pero en ese momento de la subida es imposible seguir al grupo y me voy quedando. Cuando se pasa trato de acelerar el ritmo pero es imposible cazar. Rabia y pena. No me alcanza nadie hasta casi el cruce de la carretera de Cantalejo. Son varios compañeros del Getafe que ayudan al que, a la postre, se llevaría la general. También llega con calambres. Llegamos con lo justo. Esta carrera nunca defrauda aunque hace unos años llegar ahí hubiera sido un éxito, nuevamente me dejaba un sabor amargo por haber perdido rueda al final. Otro año será... o no.

Como siempre os dejo la actividad en Strava y la clasificación general.

Cartel Prueba




3 de julio de 2019

DE PUERTOS: LA REDONDA DE CHÍA

Para completar la ruta de ayer y soltar un poco piernas, planteo una opción "cómoda" y corta para volver pronto a casa.

El puerto de Chía ya lo conozco de otra escapada, por cierto, la primera de este tipo en el blog... pero esta vez me apetece hacer la cara dura y conocer un páramo que no hice en la otra ocasión. La verdad es que me quedó una ruta redonda: 55 km y 1200 metros de ascenso pero sin prisa y disfrutando de la soledad y la calma de estos lares.

Desde Piedrahita ruedo picando hacia arriba pero no es hasta dejar la N110 y atravesar Villafranca de la Sierra que la cosa se pone seria. La carretera se va descarnando conforme subimos el valle. Bonitas vistas de curvas y monte. Sin duda lo disfruto más que cuando lo bajé.

La bajada es corta con unas herraduras largas y luego una gran recta para cambiar de tercio. El páramo se abre a mis ruedas y el ganado se pierde a la vista. Busco aves, cielo, fotos... paz. Algún repecho corto y con algo de arena me recuerda que esto es ciclismo. Una rápida bajada me lleva a Herguijuela. Un pueblo muy chulo que resulta ser de los más altos de España a 1.555 metros sobre el nivel del mar. Además tiene un caño maravilloso en la plaza del pueblo. Hoy no hay prisa.

Falta coronar Peñanegra, subo mirando más a mis espaldas, recuerdo las impresionantes vistas de Gredos desde ese lado. Pero esta vez lo que toca es ver Castilla y disfrutar de la preciosa bajada que pone la guinda a la mañana.

Por último y como siempre la ruta en Strava para compartir.

2 de julio de 2019

DE PUERTOS: TORNAVACAS, HONDURAS, LA GARGANTA, EL TRAVIESO Y TREMEDAL

A pesar del calor no puedo desperdiciar la oportunidad de una escapadita doble a la zona de Gredos, esta vez para subir un puerto que llevaba tiempo en el punto de mira y de paso descubrir una zona nueva que no decepcionó.

El mejor punto de partida era el Barco de Ávila, menos distancia en coche y empezamos subiendo suave para afrontar el largo descenso del valle del Jerte. Cogemos el primer cruce para ir a Hervás por el puerto de Honduras. Nos esperan casi 17 km y casi 900 metros de desnivel. Tiene un descanso al final pero un buen desnivel al principio.

Empiezo fuerte, demasiado, me vengo arriba hasta que el calor hace saltar las alarmas, queda mucho. Tardo casi una hora. La parte de arriba la disfruto viendo el paisaje, corre el aire y se agradece. La carretera es estrecha y poco cuidada... como nos gusta ^_^

Arriba hago las fotos, charlo con otro ciclista que viene del otro lado y a disfrutar de la bajada. La primera parte es abierta aunque la velocidad no te permite mirar mucho, más abajo la sombra de los castañares es un oasis. En Hervás he corrido varias veces y estado alguna más, es un pueblo que me gusta, pero esta vez solo paro a por agua.

Gracias al gps encuentro la carretera que tenía pensada. He bajado mucho, el calor aprieta, no me cruzo con nadie y el terreno empieza a subir, subir, subir... Hay que regular. Casi 15 km de subida de la Garganta hacia Candelario. Recuerdo la dureza, la soledad. Que maravilla. En la bajada cruzamos de comunidad nuevamente. Hemos pasado de Castilla y Léon a Extremadura y ahora entramos en Salamanca. En Candelario recordamos las batallitas de la marcha de Bedelalsa y buscamos comida, tardo demasiado. Entre medias me subo el Travieso algo más que la plataforma. Sus 10 kilómetros se me hacen muy duros. Todo suma.

Sigo rumbo al Barco, dejo la entrada a la Covatilla, no es por no subir pero es que no me gustó ese puerto la primera vez y hoy no iba a mejorar mi opinión...
Paso varios pueblos subiendo y bajando por una carretera principal, se rueda bien y alivia el paso, hasta que llego a Becedas y todo cambia. El último puerto empieza pelado, carretera lija, herraduras y viento. Ni un alma. Eso sí, un roquero rojo me alegra la subida, si no recuerdo mal es la primera vez que lo veo. Por suerte, el Tremedal va suavizando y voy recuperando el ánimo pero voy muy justo.

Disfruto poco de las vistas. Lo hago más de la bajada. Es curioso como al bajar por el otro lado tengo ganas de subirlo... Me recuerda a la zona de los Machucos. Apuntado para otra. Bonito final. Queda cenar y buscar un buen lugar para hacer fotos y dormir, mañana seguimos...

Aquí os dejo la ruta de Strava. Si podéis no lo hagáis con ola de calor... ^_^



15 de junio de 2019

CRÓNICA V MEMORIAL ANTONIO SUAREZ, CORPA 2019

Volvemos a intentarlo en Corpa, carrera que siempre se me ha atravesado, alguna vez por no poder ir, otra vez por mejor no haber ido y esta pues... otra lección.

Sí el año pasado el frío y la lluvia marcaba la carrera este año el sol se vengaba a lo grande. Menudo tostón. En el bar se quedan sin botellas de agua y busco por las fuentes del pueblo... por suerte en la barra pido hielo y eso al menos refresca.

Correr en Madrid siempre tiene un punto distinto. La salida es exigente, conozco el terreno rompepiernas y salgo lo más preparado posible. La pelea por la posición es constante pero nos mantenemos hasta la bajada. Se baja atacando, con mucha curva, frenazos, nervios, sustos... Al final no me toca a mi pero se salen unos cuantos y se empotran contra el talud de una curva, oigo gritos de dolor y freno con demasiada tensión, queda poca bajada, veo un cruce y tocará subir... que mal momento. Voy cortado, paso algunos corredores algunos me remontan, hacemos un pequeño grupo, trato de guardar porque veo gente muy buena a mi lado que creo que tendrán que tirar del carro... o no. En la primera subida no alcanzamos, bajada, ahora sí vemos la cola del grupo. Al final me cebo. La gente no pasa. Alguno de los "buenos" arrancan, no puedo seguir. Pasamos por meta y el repecho se me hace criminal. Otra vuelta... con este calor, en Madrid... seguro que acabo fuera igualmente, me doy la vuelta y al palco... otro año será... o no.

Como siempre los datos de Strava y la clasificación oficial, de fotos nada, sé que se hacen pero no aparecen por ningún lado. Otra vez.

12 de junio de 2019

CRÓNICA XXXVIII GRAN PREMIO SANTISIMO CRISTO DEL CALOCO-MEMORIAL MANOLO GEA, EL ESPINAR 2019

Otro año que me presento en el Espinar, esta vez carrera de tarde y solo nos dejan a los Master 30 acompañar a los Elite. Somos pocos pero se nos distingue...

Se arranca de salida y se logran ir. Esto es muy largo y nadie quiere quedarse antes de los puertos. Aun así y tratando de anticiparme intento saltar en un par de ocasiones, siempre guardando una bala. Lo hago en los últimos repechos antes de Ávila y me voy dejando caer en el grupo al paso por la población, demasiada guerra. La primera subida se hace con aire a favor y con un gran agobio de calor. El alto del Boqueron, no muy duro, no muy largo pero diríamos que un puerto de tercera o cuarta, lo hacemos a 33 km por hora.

Al coronar la pelea aumenta y me voy quedando algo atrás, en la bajada nos avisan de peligro por carretera en mal estado, hay alguna moto parada señalando, nos estiramos, nos cortamos, nos quedamos... el tramo final es de pedalear y tomar las curvas con fe, o conocimiento... el caso es que aunque no me veo mal, incluso me estorban algunos, pierdo el contacto y empiezo a subir desesperado el alto de San Bartolome.

Vamos haciendo grupo, tiro en la subida y cuando giramos tiro algo la toalla. Intento de todas formas que no se rompa, queda mucho que navegar. Estamos lejos de cualquier opción pero estamos en carrera y esto no es Madrid. Podemos llegar. Algunos chavales arrancan para explotar un poco más allá. Uno en especial se me queda en el recuerdo. Se pone a tirar fuerte y le digo que afloje que nos mata. Le dejo ir. Al poco le veo en el suelo. Llevaba una bici vieja, poco o nada habitual en carrera y estaba subiendo de pie. Supongo que rompió cadena y allí se quedó. No pude evitar reír.

En el tramo antes del puerto de la Lancha se rueda un poco por libre pero en la subida me toca poner ritmo otra vez. No me encuentro mal pero sé que viene el peor tramo para mi así que a mitad dejo paso a otro y guardo un poco. Los ánimos al coronar el puerto emocionan. En la bajada me voy quedando y se rompe el grupo. Llego con ayuda de una caritativa rueda amiga. El rodeo al Espinar se hace eterno.

Acabar el décimo en Master 30 sería un buen puesto pero en realidad me importa más haber acabado, por fin, esta carrera, aun con la espinita de quedarme en la bajada, una vez más, pero contento de saber que había atacado y lo había intentado, que había dado la cara y me había divertido, orgulloso de jugar a ser ciclista aunque fuera haciendo bulto entre los que aspiran a ser ciclistas de verdad.

Como siempre mis datos de Strava y la clasificación oficial.

8 de junio de 2019

CRÓNICA LIII GP EXCMO AYTO EL ESCORIAL-CAMPEONATO DE MADRID MÁSTER 2019

Volvemos al Escorial con más ganas aun que la primera vez. Toca campeonato de Madrid, creo que el primero de carretera que hago. El recorrido es parecido al de copa de España pero incluye la subida al puerto de la Cruz Verde.

Los primeros 25 kilómetros son nervios y terreno rompepiernas bastante favorable. No recuerdo nada reseñable, voy esperando el giro a derecha y tratando de anticiparme al cambio de carretera. Me adelanto en un par de ocasiones pero cuando llega el cruce no entro del todo bien, voy por fuera y a plato grande y... la cadena se cae de plato, trato de que suba en marcha al plato pequeño pero al final paro, lo intento con las manos pero voy a mil y los nervios convierten la operación en imposible... se bajan de un coche me ayudan, me monto mientras me pasan los ya descolgados anteriormente, los coches...

Termino el repecho y la carretera estrecha y bacheada desciende rápida. Demasiado. En el siguiente cambio de rasante se estrecha el paso y hay una caída. Se paran algunos coches y pierdo la inercia en esquivar como puedo. Sigo remando y adelantando a corredores sueltos. La carretera mejora. Se me acopla gente a rueda yo sigo con todo. Suelto a gente pero no recorto. Imposible.

En el cruce de la estación de Zarzalejo veo claramente la distancia y tiro la toalla, pienso en acortar. Me cogen algunos conocidos y me animan a seguir. Subimos el puerto. Me quedo solo. Cojo a algún corredor pero solo alcanzo a ver la cola del grupo llegando arriba, ellos ya bajan. Yo me rindo y bajo directo al Escorial aunque veo a gente que venía detrás mio que siguen adelante.

El cabreo me puede. Un fallo así echa a perder tanto esfuerzo que es peor que quedarte sin fuerzas. Pero bueno. No se da bien el Escorial. Otro año será... o no.

Como siempre dejo los datos de Strava y la clasificación general.

4 de junio de 2019

CRÓNICA V GRAN PREMIO CICLISTA TORREJÓN DE ARDOZ, 2019

Seguimos aprovechando ocasiones, esta vez una comunión me acerca a esta prueba a la que, a decir verdad, de otra forma nunca me habría planteado asistir.

Una clásica circuitada, como la de Rivas pero sin subida. Solo un ligero ascenso y un tramo de adoquín moderno. Las dificultades del día son las rotondas y por supuesto la velocidad.

Por suerte salimos pronto y dada la brevedad de la carrera, el calor no es importante. Llego a la parrilla más justo que nunca, el último y apurado por que no arrancaran sin mi. Al final pude tomar aire, un minuto o dos, que aproveché para saludar.

Salida en rotonda descendente y todos en fila. Casi no veo la cabeza ni en la distancia. Rotonda y para arriba. No hay respiro. Tampoco hay muchos huecos para adelantar. Trato de colocarme lo más arriba posible para evitar los látigos pero así estamos todos y no hay parón. La idea de arrancar por un lateral se repite en mi cabeza pero mis piernas me miran con cara de estar loco. No hay sitio ni forma. Sí que hay pequeños cortes en la bajada pero o bien los cierro adelantando o bien se cierran al frenar en la siguiente rotonda.

Las vueltas pasan rapidísimas. Voy remontando posiciones poco a poco por vuelta o cada vez queda menos gente... una de dos. Me voy animando y trato de arrancar en la subida. Nada. Se acaba antes de poder asomar el morro y sin darme cuenta solo quedan dos vueltas. El ritmo se incrementa más aún si cabe. Sé que ya es tarde. Trato de oler una posible caída y acabo a cola. Entro el último sin más. No ha llegado a la hora. Como se suele decir: Buen entrenamiento. 44 km/h de media.

No tengo fotos, pero sí crónica del Salchi, clasificación y datos de Strava.

CRÓNICA XXV MEMORIAL DAVID MONTENEGRO, EL ESCORIAL 2019

Ha pasado ya más de una semana y aun me dura el sabor agridulce de esta prueba. Mi primera de Copa de España y después de varios años intentando asistir, por fin la primera vez que corro en el Escorial. Tenía muchas ganas y quizá por eso no me quedara satisfecho al acabar descolgado.

Una tarde soleada, calurosa y con algo de viento. Muchos equipos agrupados en la salida. Más de 150 corredores. Mucho nivel. El recuerdo de todos al corredor homenajeado en esta prueba. Emotivo. Salida y acción.

La primera parte de la prueba es más bien favorable, rapidísima. El gran grupo se estira desde el principio. Se suceden algunos cruces, algún repecho y los típicos sustos. Estoy al frente en varias ocasiones que creo importantes. Aguanto la bajada de Valdemorillo pese a esquivar a un corredor pinchado y perder rueda. Me adelanto bastante bien para tomar la carretera de Quijorna. No empiezo a subir muy delante pero no veo peligro de cortarse hasta pasado Navalagamella. El viento más favorable hace que se estire el grupo y se produzcan cortes. Cierro un par de ellos con cierta facilidad pero sin descanso. Se hace largo. Se nota el calor. Mucha sed. No bajan las pulsaciones.

Entro muy mal en la carretera estrecha y bacheada de las antenas pero seguimos sin mayor problema. Al fin giramos y pasamos a mejor carretera para finalizar la subida de la Almenara. Remonto lo que puedo para bajar más tranquilo. Llego justo al llano antes de Robledo. El ritmo se para por el viento. Trato de seguir delante pero entre el túnel y las calles del pueblo me voy descolgando. Me encuentro con el comienzo de la subida de golpe. Además hay un autobús de línea parado justo en la curva y freno de más.

No soy consciente pero la subida hace mucho daño, voy remontando sin querer abusar. La subida empieza muy dura. Cierro algún hueco. Veo que suaviza y no puede quedar mucho. Aprieto a fondo y me doy cuenta que se ha roto el grupo. La gente ánima mucho. Empieza la bajada. Veo el corte claramente. Lo persigo con todo. No recorto. Pido ayuda. Voy solo. Rabia. Era la última subida...

Poco a poco nos vamos juntando. Gente más fuerte que yo en el llano, gente que te ve como un rival y que pide lo que no ofrece. Yo no puedo dar más. Trato de mantenerme. Me descuelgo. Me cogen por detrás. Me engancho. Reagrupamos y mantengo el ritmo tirando para que no se pare. Vuelta a empezar. Tiran y sufro de más. Se quejan de los que no tiran. Pasan los kilómetros. Agónicos. No se acaba. Me da igual llegar fuera de carrera, haber perdido el tren del grupo principal me tiene tocado. Por fin giramos para entrar al Escorial por el bosque de la Herrería y noto el vacío. Voy seco y vacío. Más deshidratado de lo que pensaba (de eso me doy cuenta al llegar a casa). Al menos he terminado.

Lo mejor, sin duda, fue encontrar en meta a mi amigo Jesús que solo había venido a ver la carrera esta vez, por desgracia. Gracias también a Miguelín por su apoyo y ánimos en los últimos kilómetros pese a ir con calambres.

Al final, en datos, tampoco estuvo tan mal, llegó una pequeña escapada, el grupo a más de 2 minutos y yo casi a 6, perder solo esos 4 en los últimos 20 kilómetros fue un gran pago en esfuerzo por no entrar bien colocado... me lo merezco.

No hay muchas fotos, pero puedo dejar crónica oficial, clasificaciones y, como siempre, mis datos de Strava.

23 de mayo de 2019

CRÓNICA XXXIX TROFEO PEÑA CICLISTA PALOMA

Por una cosa u otra nunca había participado en esta clásica de Fuenlabrada así que este año no pierdo la oportunidad y nos presentamos con ganas de empezar y volver a correr por esas carreteras que conocí tan bien años atrás (pero ahora bastante olvidadas).

Mucho ambiente, viento, sol y algo retraso en la salida. Por suerte los primeros kilómetros son neutralizados, perfecto para ir calentando y seguir con la charleta.

Como al igual que todo el recorrido, salvo baches, rodamos por carreteras amplias que facilitan los movimientos, solo las rotondas y los cambios de dirección complican la marcha. Casi no puedo levantar la vista para reconocer por donde vamos, se pasa volando la primera parte. Aire más bien a favor y tendencia descendente. Ataques y agrupamientos. Mucha tensión. La meta volante de San Martín de la Vega hace que se rompa la cola del grupo, yo incluido, para variar. Nos acercamos sin bajar el ritmo a la primera subida. Parece que no empezamos muy fuerte pero veo bastante gente que se transforma en seto. Un par de cierres de huecos y adelantamos algo en el descansillo para afrontar la parte dura y el coletazo final con algo de margen. En la bajada se reagrupa (los que pueden), se come rápido y otra vez a sufrir en Chinchón.

El primer esfuerzo se paga y en el descansillo se estira muchísimo el grupo. No pierdo rueda pero al final en la gasolinera otros sí. Nos sacan unos metros pero al empezar a bajar aumenta la distancia. Me veo rodeado de gente fuerte y me tranquilizo, estos van a tirar para entrar en un periquete. Me equivoco. La distancia empieza a preocuparme y paso al relevo. Mantenemos, recortamos y poco antes de acabar el descenso volvemos a la disciplina del pelotón. Pero la tregua dura poco, nueva meta volante, paso por Titulcia pueblo y látigo. Veo que nos hemos quedado un pelotón muy "familiar". Parece que ahora el aire da más en contra. Casi no da tiempo a comer y empezamos a subir Ciempozuelos. Nuevamente me parece que no subimos deprisa pero vamos algo encunetados y se hace muy larga la subida. Además ahora casi todo va a picar algo para arriba y trato de guardar.

Solo algunos ataques y bandazos perturban el grupo, el paso por las rotondas ya no crea prácticamente tirón y me concentro en comer y beber. A ver si en los últimos kilómetros puedo asomar el morro por delante... (pienso) pero no calculé bien. Parecía buen momento, salida de rotonda, pequeña subida y giro arriba. Claro, eso pensamos todos. La disputa de la rotonda y las prisas por salir lanzados provocan una montonera en la parte trasera. Freno a fondo. Evito gente. Pie a tierra. Arranco y puf... se fue el tren. Quedaban 2 o 3 kilómetros y un mundo para coger al grupo. Llego con casi un minuto perdido pero sano y salvo. Que bastante es.

Como siempre mis datos de Strava y la clasificación oficial. Dejo también el enlace a la crónica oficiosa donde al final hay un vídeo del ganador en el que hago de extra jejeje

14 de mayo de 2019

DE PUERTOS: LA QUESERA, ALTO DEL REY, ALTO DE LA CARRASCOSA Y OTROS ALTOS

Hay que aprovechar el buen tiempo y los días libres entre semana. Menos tráfico y más libertad. Llevaba tiempo mirando una ruta así que diera la vuelta al Ocejón pero con más perímetro. Una gran parte era conocida y en principio el Alto del Rey no estaba en los planes pero ya que estaba ahí...

No voy a entrar a contar el recorrido, solo un poco para hacer memoria de aquel día. Salgo con el frescor mañanero y sombrío de la Quesera. Disfruto de la bajada y de los pueblos negros. El bosque del Palancar, Valverde de los Arroyos... Hace un día esplendido.

Pasado Valverde en lugar de seguir subiendo para volver por Galve me dejo caer, pero esta vez tampoco para ir a Condemios directamente. Tengo que bajar casi hasta un pueblo llamado Semillas y subir por las Navas de Jadraque. La carretera es rugosa y estrecha, curveada y sube y baja. Pinta bien pero me esperaba más. El calor aprieta de lo lindo y al llegar a Bustares aprovecho el bar para comer algo y refrescarme.

De allí ya se sale subiendo el Alto de las Corzas pero el Alto del Rey se toma un poco más adelante, la parte dura. Lo tomo con mucha calma y disfruto de las vistas. Tiene un par de curvas chulas. Me gusta.

Sigo hacia Condemios, zona que me trae buenos recuerdos y donde aun tengo opción de recortar. Entro por las calles buscando agua y no hay mucha suerte. Tendré que seguir probando. Más adelante dejo el cruce de Somolinos, última zona conocida y opción de restar kilómetros. Sigo. Hay ganas. Me voy notando deshidratado pero tiro de gel de sales y tengo aun buenos ratos.

Ujados, Hijes y Miedes de Atienza... que chulo... no me arrepiento. Sigo sin encontrar agua fresca. No encuentro bares ni fuentes desde hace unos pueblos pero sigo disfrutando. Esta vez la subida al Alto de la Carrascosa o Torreplazo. Buen descubrimiento. Un valle calizo con carretera clásica de puerto con curvas al final y con un bello paisaje desde el inicio. Al coronar dejo atrás Castilla la Mancha y entro en a la otra por Soria. Bajada rápida y deseando encontrar un bar paro en el siguiente pueblo. Lo encuentro, a medias, parece una residencia... no sé, pero al final está cerrado.

Empiezo a agobiarme con el agua. Los pueblos de Soria siguen siendo pequeños y desiertos, una maravilla de paisaje. La carretera mejora, eso sí, se rueda bien aunque hay más repechos y más largos de lo que esperaba. Me llevo una curiosa sorpresa al pasar por Tarancueña... una gran cruz en un alto... pienso en fotografía nocturna...

No encuentro el cruce de una carretera secundaria que da algo más de rodeo. Por un lado me alegro. Ya solo pienso de llegar a Montejo de Tiermes. Es un pueblo conocido y tendrá bar no? Pues sí pero cuando pregunto a un paisano me dice que acaban de cerrar. Vaya palo.

El hombre es aficionado a la bici y le pido agua. Al menos el agua y la conversación son refrescantes a esas alturas. Con mejor ánimo aunque con pocas piernas continuo. Me queda más de lo que parece y no es terreno fácil. Casi se me hace de noche pero se agradece el fresco. Casi llegando a Riaza encuentro un "kiosco" o algo así cerca de la carretera y me bebo una cerveza y un acuarius. Ya voy más repuesto y llego con mejor cuerpo. Algo emocionado viendo la puesta de sol y recordando la gran aventura. No he superado muchas veces los 200 kilómetros...

Como siempre la ruta en Strava para terminar.