30 de octubre de 2018

DE PUERTOS: PORTILLO DE LA SÍA, MACHUCOS, LUNADA Y PICÓN BLANCO

Llevaba planeando esta ruta mucho tiempo, desde que el año pasado me acercase a ver la Vuelta a España a los Machucos y tras varios: que sí, que sí, que al final no puedo ir... Llegó el día (19 de septiembre).

Dejo la furgo en Espinosa de los Monteros, me fío del calor y el esplendido sol que luce al medio día, solo por si acaso llevo algo para las bajadas... Error.

La primera ascensión es el Portillo de la Sía. Perfecta para calentar motores, con una primera parte de curvas y sombra de hayas preciosa, nos va elevando para ofrecer más adelante buenas vistas del valle. Ni muy largo ni muy duro, se disfruta pese al viento. Por desgracia, al coronar me topo con otro paisaje típico pasiego.Como dicen los versos del poeta Gerardo Diego, de origen cántabro, que se pueden leer en el mirador:

"Niebla, Niebla en la Sía
clara nitidez del valle idílico
los oscuros, concretos cajigales
de Quintana y La Gándara
quedan abajo inmersos como un sueño..."

Vamos, que se me pasa por la cabeza hasta darme la vuelta... pero confío en la previsión meteorológica que había mirado y dado que la temperatura no es mala me lanzo al descenso: Largo, divertido y con buen asfalto. A mitad de la bajada cruce a izquierda, repecho y se llega al Collado de Asón. Una pasada de lugar, que por suerte o desgracia tiene una carretera zigzageante para atravesar el cañón calizo.


El resto de la bajada te va adentrando en le valle, junto al río y sumergiéndote en el color verde por completo. Cuando bajas tanto te das cuenta que el regreso no va a ser fácil. En Arredondo se acaba lo bueno, busco una fuente y comienza la subida. Es el inicio del puerto de Alisas pero ese hoy no toca, giramos a la izquierda para bajar a Bustablado. Empieza la fiesta.

Nada más empezar me voy maldiciendo no haber cambiado los platos al 50/34... Me voy acordando cada metro... y mis rodillas más. La visibilidad se vuelve cada vez más escasa, casi nula. Las continuas rampas, por suerte con descansos, también te nublan la visión...

Realmente duro. Agobiante. Doloroso. Como un mazo te golpea el primer kilómetro serio al 13%. Si no hubiera esos descansos y pequeñas bajadas... Me acuerdo mucho de la etapa de la vuelta del año pasado, recuerdo los sonidos y la emoción vivida en ese mismo lugar, sufriendo esa misma niebla...

También recuerdo la bajada... con esas pendientes, mojado y menos abrigado que el año pasado... En fin. Pronto volvemos a subir. Se lleva mejor. Al principio. La niebla al comenzar la Lunada es meona y se me quitan las ganas de cualquier esmero. Pero al subir despacio se hace eterno. No pasan coches, no veo más allá del borde de la carretera... puff, cada vez más frío y voy subiendo. Veremos al bajar... Encima la carretera, bastante irregular, se llena de obstáculos con cuernos... Con todo el monte para ellas y tienen que meterse a la carretera... Menudo rebaño de cabronas... digo cabras... Me da hasta por hacer un vídeoblog... 

Del Portillo de la Lunada, uno de los puertos (dicen) más bonitos de España, poco más puedo contar. Largo, largo, constante y con carretera irregular. Bajo despacio para evitar que el aire me congele del todo. Parece que hay claros. Hay sol al otro lado... Paro a calentarme y a disfrutar por fin del paisaje. Aun sabiendo que volvería a entrar en esa densa niebla pero mereciendo la pena. Esos rayos de sol me animan y pese a volver a caer en brazos de la niebla voy pensando en completar la etapa con una propina. Es ya tarde pero creo que me da tiempo y si no me doy la vuelta (jejeje). Aunque ya lo conozco no me puedo resistir y casi de noche comienzo a todo trapo el Picón Blanco. 

Después de los Machucos puede parecer poca cosa pero no. Por suerte hoy la niebla no aparece en el Picón y tengo la oportunidad de disfrutar de las vistas desde arriba. Pero de este puerto ya narré otra aventura: "La etapa reina de la Vuelta a Burgos" así que solo os pondré fotos esta vez. Llego de noche pero, sin duda, mereció la pena para contemplar la puesta de sol sobre ese mar de nubes.

A penas 100 kilómetros, 3 de ellos en vertical... ^_^
Por si os animáis aquí tenéis la ruta en Strava. Yo creo que repetiré, tal vez al revés...