21 de julio de 2019

CRÓNICA IV MARCHA CICLOTURISTA SOTOSALBOS MEMORIAL NICO ABAD 2019

Después de un principio de año diferente, con poco tiempo para entrenar pero con fines de semana libres para correr, me presento a la Nico con unas 15 carreras pero sintiéndome realmente menos escalador que otros años. Trato de quitarme presión ya que no puedo mejorar mucho lo realizado el año anterior. Aun así los nervios y la ilusión de hacerlo bien están ahí, es una cita importante, en casa y con un sentido homenaje.

El tiempo acompaña. Una suerte. Salgo con la incertidumbre de usar las ruedas de aluminio con cámaras de latex. Las tubelees se quedan en casa a falta de una cubierta nueva que no llega a tiempo. Lo noto bajando pero menos de lo que pensaba, quizá lo peor a la hora de rodar pero reconozco que el latex se amolda muy bien al terreno y parece que llevas menos presión para bajar y más para subir...

El guión se respeta casi hasta pie de puerto, donde hay varias arrancadas, yo sigo atento a la cabeza pero no me cebo, al final se me van unos segundos y toca remar hasta cotos con otro compañero. En la bajada pienso que no enlazamos pero sí. Esta vez hay suerte y nos reagrupamos un grupo de siete, los dos que se habían escapado con los tres que no pudimos seguir y David y yo que nos separamos en la bajada también.

Así llegamos al puerto clave, como un domingo entre colegas... y antes de empezar las hostilidades se le sale la cadena a Dani Torres y David se queda con él. El resto nos quedamos mirando, yo soy el único que sigo tirando, todos dicen de parar. Yo no arranco pero tampoco me voy a parar. Lo primero porque no es mi rival y lo segundo porque, como así fue, él no va a esperar a nadie. Al poco de cogernos se van los más fuertes y el grupo de siete se vuelve a romper. Para el recuerdo queda la foto de los cinco que esperamos a Torres. Pocas veces se lidera una prueba... ^_^

Que largo se hace este puerto cuando ves irse a la gente por delante... Otro año que se va el tren en la misma estación...

Hasta Pedraza me mantengo con otro compi, sé que es momento de nadar y guardar la ropa. El bidón y los ánimos que me da Virginia en ese punto son vitales. Nuevamente en el tramo siguiente nos coge gente que viene más fuerte por detrás. Ya solo pienso en mantenerme a rueda y llegar lo más cómodo posible. No va a ser fácil. El tercer puerto de la Nico es el tío del mazo disfrazado.

Voy superando tirones y repechos, amagos de calambres y quejas de la gente. Me doy cuenta que estoy más deshidratado de lo que me parecía. El grupo navega gracias a uno o dos. Lo de siempre. Yo no voy a arrancar ni a atacar ni nada. Se lo dejo claro. Entrando al pueblo nos alcanzan Buje y otro y se anima el esprint. Yo entro solo el último. Aliviado.

Un año más disfruto del masaje, de la charleta y los colegas. No me puedo estar mucho pero se agradece el buen ambiente a pesar del calor.

Como siempre los datos de Strava y la clasificación.

Nos vemos la que viene... o no.

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