19 de enero de 2017

RECUERDOS DE LA MADRID-LISBOA 2016

Sin duda, uno de los recuerdos más intensos que guardo del 2016, es esta prueba. Como ya os conté un poco en otro post, era mi primera vez en algo así y fue toda una sorpresa.

En mi primera etapa, la 3, salí con las luces ya encendidas y dándolo todo para aportar mi granito de arena al equipo. Un esfuerzo que sirvió para aumentar el colchón con el corte y me permitió alcanzar a Valentí y a su equipo.

Aunque les adelanté en una subida por carretera nos agrupamos en la bajada y fuimos hablando bastante rato.Yo no conocía su historia de amor-odio con esta prueba, ni sus vídeos. Le conocí esa misma mañana, y por casualidad, esos dos momentos salen reflejados en el documental (no os digo el minuto pero sí que os digo que salgo dos veces). Mención especial a su compañero Miguel Silvestre, al que tampoco conocía y fue un placer charlar rodando con él. No os podéis perder el Docu. Muy bueno. De verdad.



Los dos tipos me transmitieron buenas sensaciones. Me hubiera gustado haber coincidido más. Después de ver el Documental y seguirlos en las redes sociales, no cambia mi impresión: dos geniales locos. Desde aquí (si lo leen algún día) mi enhorabuena y admiración.

Mi "carrera" cambió desde este encuentro, me relajé y bajé el ritmo. Me empezaba a dar cuenta que el ir acompañado ayuda y que lo primero ahora era guardar el colchón de tiempo que llevábamos. 
Hice las etapas 3, 7 y 9. Precisamente donde Valentí, como cuenta en otro vídeo, pasó por los peores momentos de la prueba.

No voy a contaros las aventuras (desventuras) que pasamos para llegar a la etapa 7, pero os diré que salí casi sin comer ni dormir, sobre las 13 horas y con un calor tremendo. Tuve que poner el modo diésel y remar pensando más en acabar que en otra cosa. 

Pinchar en la foto para leer la descripción 


La etapa reina no defraudó. Dura en todos los sentidos. Por distancia, desnivel y orientación. Incluso, aunque no estuvieras equivocado, a veces seguir el track parecía una broma. Recuerdo bien el momento piara de cerdos o la valla de alambre en medio de la nada, con calambre en el glúteo al "sortearla". También recuerdo la parte técnica de bajada y el subidón posterior (en el valle donde sufrió el accidente Valentí como podéis ver en el Documental), como lo más chulo de las tres etapas que hice, sobre todo por la relajada barrita que me zampé en un mirador con otro compañero, Carlos del Team DDC, que me cita en su crónica (aquí la podéis ver completa). Un placer conocerte y gracias por una descripción tan original (me he reído mucho).


Llegada a meta juntos.
La última etapa, para mi la 9, fue la más dura, sin duda. No por la dureza física, si no por la mental. Al igual que la primera, me tocó de noche, pero esta vez bien entrada. Una etapa bastante llana pero con interminables bancos de arena y muchos repechos.

Con bastante miedo de "cagarla", con un problema mecánico o una caída traicionera, intenté concentrarme en acabar.  Al poco de salir me junté con otro compañero que había tenido que doblar etapa en un equipo de 2 y empezamos a formar un grupo con un ritmo relajado. Me encontraba bien de piernas pero mi cabeza decidió dejar pasar a la gente que nos adelantaba, prefería ir con gente y hablando. Al final el pequeño grupo se disolvió después de un pinchazo y me quedé con otro compañero, Juan de Sport Bike Alicante. Pasamos los kilómetros intentando animarnos y contarnos nuestra vida. Tuvimos que parar varias veces y acabé poniéndome toda la ropa que llevaba en la mochila pero no hubo manera de entrar en calor, menudo frío. Sin duda, mentalmente estaba mucho más cansado que físicamente y la agradable charla ayudó mucho. Un abrazo Juan, un placer conocerte.

El alivio al llegar fue un sedante. Sinceramente no me esperaba una prueba así de dura, bastante más técnica y compleja de lo que imaginaba.  210 km. en 14 horas, 9 de ellas de noche. El resto de las 48 del total, fueron horas conduciendo, intentado dormir, intentando comer y preparando la bici.

Me quedo con el EQUIPO, la superación y la aventura. Todo un reto y un gusanillo introducido en mi interior pensando en si podría hacerlo en solitario. Me llevo grandes recuerdos, de esos que con el tiempo cada vez valoras más.

Para terminar (perdón por el tocho) os dejo también el resumen de TDP para motivaros esos días grises de rodillo, donde aparezco también nada más empezar, en el segundo 11 subiendo un repechón al final de la etapa 7 y en algún otro momento.


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