5 de marzo de 2018

DE PUERTOS: LAGO DE BIOUS DE ARTIGUES Y COL DE AUBISQUE

Después de haber sufrido en múltiples ocasiones, desde 2010, las inclemencias meteorológicas de esta zona de pirineos, por fin, este otoño tuve ocasión de subir el Aubisque desde Laruns. Sí, ya sé que esta foto no cuadra pero es de las pocas que tengo de mi primer contacto con los grandes clásicos, justo un día después de intentar subir el Aubisque...

Pero antes de esto hay sorpresa. Los ajustados horarios de las vacaciones no me permitían hacer rodaje aunque oteando el mapa pude encontrar un buen calentamiento.

Todo un lujo esta corta subida al Lac de Bious Artigues. Carretera estrecha, sin líneas, en perfecto estado, rodeada de un tupido hayedo y al lado de un entretenido río. Vamos, una pasada. Al principio se deja subir alegre, sin tráfico, pero poco a poco llegan duras rampas que te hacen levantarte del sillín. A medida que va clareando el bosque nos encontramos unas curvas de herradura entrelazadas y llegamos a una hoya donde aparcan los vehículos. Hay una valla abierta así que subimos a ver que queda. Pues el lago, claro. Junto a otro aparcamiento se encuentra el lago que da nombre ha esta subida. No hay que andar más de 2 metros para estar en su orilla y disfrutar de unas vistas fantásticas.

Sin duda una recomendación si pasáis por el Portalet o si como en mi caso queréis coger carrerilla para el plato del día.

Tuve la suerte de poder quitarme ropa para afrontar la subida, aunque en la primera parte que es sombría tuve que apretar para entrar en calor. Los primeros kilómetros me dediqué a recordad aquel año 2010: aquí me paró la policía, aquí fui andando, aquí me volvía montar, aquí me volvieron a parar... aquí empezó a bajar la caravana del Tour y aquí me quedé para ver pasar la carrera.

La parte de bajada del Portalet fue bastante estresante, coches, bicis, subiendo, bajando... Sin embargo casi no me crucé con nadie en toda la subida. Una gozada.

Siguiendo con los recuerdos, al pasar por Gourette, me vino a la mente la bajada con la furgoneta Mammoth de la última ocasión, tuve que subir a una cliente bajo una tremenda granizada y ya bajando empapados, el resto del grupo, se detuvo en un café para entrar en calor esperando que parase la lluvia.

Entre recuerdos pasaban los kilómetros y mis piernas se venían arriba adelantando a algunos ciclistas. El último tramo abierto, con fabulosas vistas y carretera revirada me hacía exprimirme un poco más. Por fin lo estaba subiendo y con que día. El último kilómetro me ciego, meto plato y termino de darlo todo, aunque con algo de vergüenza, al coronar el Aubisque.

Al coronar no pude evitar acordarme de la primera vez que lo subí por la otra cara con mi amigo Lorenzo, entre la niebla y la lluvia. Que imágenes tan distintas, pero tan brutales las dos.

Así que os dejo con los datos de Strava, la foto de este año y la de 2014 coronando por el otro lado y para mi recuerdo un vídeo homenaje de aquella transpirenaica tan especial.