21 de septiembre de 2017

CRÓNICA XVII TROFEO VILLA DE CIEMPOZUELOS 2017

Sin duda la carrera Master a la que más veces he asistido... ¿Cuántas? Pues ahora mismo no lo sé con seguridad... Por eso empecé este blog, para no olvidarme ^_^

Un año más con el fresquito mañanero, con el buen ambiente de fin de temporada y con un gran pelotón, a pesar de que la mayoría de los "gallos" estaban en el Campeonato de España, se daba la salida. Menuda tiritona bajando en la neutralizada, en la siguiente menos y luego ya... temperatura perfecta.

Si bien faltaba gente de renombre, el ritmo durante toda la prueba fue para renombrarlo. La velocidad arrolladora y la (por suerte para mi) ausencia de aire, impedían que cuajase ninguna escapada. No recuerdo prácticamente ni un solo parón destacable en toda la prueba.

Era uno de esos días que quieres y no puedes. La lucha por la posición no da respiro. Pasamos volando el premio de montaña, el paso por Villaconejos y otra vez estábamos en la subida de meta. No cabía despiste ya que conozco bien el látigo de la bajada. Y otra vez a empezar.

Hay que destacar también que esta carrera transcurre por buenas carreteras, amplias y con giros poco peligrosos. Además conocer el recorrido de otros años da un plus de confianza.

Pero seguimos con el tema. Después de la bajada de Villaconejos empezaba la verdadera fiesta. Y aunque sabes que el repecho, realmente duro, es muy corto la aproximación es eterna. Se llega casi a tope, a gran velocidad y de pronto todo se para, todo el mundo se levanta y se esparrama por el asfalto. Las voces de ánimo te recuerdan que queda poco, sobre todo si vas delante. Si vas en la cola te espera un latigazo de quien sabe cuantos kilómetros para cazar (si es que cazas). A diferencia que al año pasado corono mejor, creo que mejor que ningún año (o tal vez igual que el primero) y enseguida llego a la protección del grupo de cabeza que se va formando. Con algo de miedo a los calambres del edición anterior disfruto de la bajada, aunque pierdo bastantes puestos no siento el peligro de cortarme... bueno, hasta que se acaba la bajada, entonces sí tengo que apretar los dientes para no visitar el palco.

Parece que la cosa va tranquila pero la velocidad pasa factura. He podido ir comiendo y bebiendo bastante bien y eso se nota. Así que hasta el final trato de buscar los huecos. Encuentro alguno. Pero mantenerme ahí ya es otra cosa. Incluso muy cerca de la última rotonda de entrada a Ciempozuelos me cuelo por la izquierda y pienso que ya está. Ni cerca estoy. Me pasan por todos los lados y tomo la rotonda frenando de más. Evito los agujeros del túnel. Los badenes. Pulso a tope. M.T. Fin de temporada...

Con buenas sensaciones y haciendo el inevitable balance del año me como una hamburguesa en la plaza mientras veo la entrega de premios. Contento y agradecido. Mi primer m.t. ^_^

Os dejo como siempre, o casi, la clasificación y mis datos de Strava.

17 de septiembre de 2017

CRÓNICA XX ESTROZAPIERNAS MTB BRAOJOS DE LA SIERRA 2017

Por segundo año seguido cumplimos con la segunda carrera del día... Y si de la primera van 34 de esta se cumplen 20 ediciones... casi na.

Siempre me hago el remolón: "Si no hace falta no corro, me quedo ayudando..." Pero al final, una vez allí, acabo saliendo y encima apretando todo lo que puedo. Eso sí, notando la carrera de la mañana en la tercera vuelta y teniendo que poner modo supervivencia.

La temperatura era algo fresca pero perfecta para correr (libre de moscas). Muchos niños y niñas en la salida. Mola. De los grandes también hay gentecilla. Mola. Terminamos de encintar, damos la salida a los peques, les acompañamos y recogemos las cintas del circuito infantil. ¿Calentar? Otro día será. Damos la salida con sorprendente puntualidad y... ¿Qué hago yo aquí? Pues otro calentón.

En seguida se nota quien va bien. Nos distanciamos 4 corredores. No voy mal y me pongo tercero en la subida, pero antes de empezar a bajar le cedo el paso a Galán para no estorbarle en la bajada. Después hago lo mismo con Juan. A ambos les intento seguir la rueda pero bajando pierdo una distancia importante. En la segunda vuelta recupero la posición a Juan... hasta la bajada. Galán no está lejos pero tampoco al alcance. En la tercera vuelta solo trato de mantener las distancias y en la última me guardo un punto por si acaso.

Al paso de las vueltas voy cogiendo confianza en la bajada pero sin presión por el puesto cada vez arriesgo menos y disfruto más.

Sin incidentes ni caídas la prueba termina con la típica entrega de premios braojeña. Además este año gracias a Mammoth tenemos un premio especial Strava (que acaricio por un tiempo) y gracias al resto de patrocinadores hay muchos regalos.

Para terminar, cuando ya estábamos recogiendo, llegó el último corredor, que no quería hacer un km de menos y casi de noche llegaba a meta con sus 4 vueltas completadas... y por supuesto, se merecía un premio y así se lo dimos, subido al podium como uno más. Y me parece que esto va a sentar precedente jejeje.

La clasificación cada uno se la lleva a casa pero los datos de Strava si que los dejo ^_^

Gracias a todos los participantes y patrocinadores por seguir sacando adelante este pequeño homenaje al Mountain Bike y sobre todo al XCO.

¡¡Nos vemos el año que viene!!

11 de septiembre de 2017

CRÓNICA 34ª SUBIDA A LA QUESERA 2017

Por tercer año consecutivo nos presentamos en las fiestas de Riaza, esta vez, con más frío de lo habitual y en un día que amenazaba (por suerte solo fue eso) bastante lluvia.

Unos 300 valientes tomábamos la salida sobre las 9 de la mañana siguiendo las instrucciones del coche de la organización y su megáfono. Gracias a la organización puedo dejar una chaqueta en dicho coche y me guardo el chaleco en el bolsillo que falta hará para el descenso.

De salida se estira el grupo con algún tímido ataque, al final de la recta incluso cortamos el grupo unos 4 corredores pero en la bajada, avisados de posible ganado suelto, volvemos a engordar el pelotón.

Esta vez el resumen va a ser muy sencillo. Salvo un par de amagos la marcha es tranquila. Así que intento que no baje mucho el ritmo pero mirando siempre el pulso. Espero que alguno arranque, que alguien tire. Pero al final sigo siendo yo el encargado. Hago un par de amagos subiendo el ritmo un poco, pero nada. Con la niebla pierdo algo las referencias y no tengo claro cuanto queda.

No estoy seguro pero no debe quedar mucho, así que tenso un poco más. Un poco más. Y a fondo. Veo que hago daño y hueco. Recupero pulsaciones. Quito el plato y a ritmo. Voy mirando y veo que se acerca Tomás y Victor. Trato de mantener la distancia pero veo que se acercan. Mejor recupero y cuando lleguen vuelvo a apretar. Me cogen muy cerca de la meta. Tenso todo lo que puedo. Zigzagueo todo lo que puedo, parece que ceden un poco pero no consigo descolgarlos. Arranca Victor, Tomás le sigue, lo intenta. Veo el gesto de rendición y le rebaso. Cuando veo que tengo suficiente distancia agacho la cabeza, saludo y cruzo la meta.

Cada año una situación distinta. Las carreras son así. Segundo tiro al palo... Pero me quedo con la victoria (por segundo año consecutivo) de mi amigo Victor y, esta vez sí, con las buenas sensaciones. A pesar del frío lo pasamos bien y seguimos sumando.

Desde aquí dar las gracias a la organización por mantener una prueba así año tras año, gratis, con comida, trofeos y hasta obsequios (aunque la entrega de premios se podía adelantar algo jejeje).

Por último, como siempre, os dejo mis datos de Strava, clasificación y además un vídeo desde la bici del ganador.

4 de septiembre de 2017

CRÓNICA XLI TROFEO VIRGEN DE LA PEÑA MEMORIAL BENITO CABESTRERO 2017

Terminando con la temporada de clicloturismo rural Master (o eso creo) por este año, nos presentábamos en Calatayud un sábado por la tarde con bastantes ganas de fiesta después de unas semanas sin competir. El tiempo acompañaba, poco aire, muchos más corredores de los esperados (unos 140) y un gran ambiente en la salida tanto de corredores como de público. 

La salida neutralizada fue, nunca mejor dicho, como si no lo fuera, debido a un mal entendido con el coche de dirección de carrera que se destacó del grupo y varios pensamos que se había dado la salida. Incluso algunos intentaron la fuga y fueron frenados. Realmente tampoco supe luego cuando dieron la salida pero desde el inicio, como suele decir Pedro Delgado (unas 15 veces por retransmisión): ¡Se fue a mil por hora! 


Al principio se rodaba por buena carretera, no era muy estrecha pero como eramos bastantes corredores la cosa se complicaba. Típicos frenados, amagos y sustos. Una caída justo delante, al parecer sin consecuencias, provocaba un corte aunque por suerte logro esquivar tanto lo primero como lo segundo. Al llegar al grupo trato de no parar y remontar posiciones pero el pelotón me parece un muro de ladrillo. Sin comerlo ni beberlo estamos en la primera subida y veo, bueno, mejor dicho, no veo la cabeza. Toca aprovechar mi poco peso para remontar en la subida. Primero adelanto por los lados, luego voy cerrando huecos. Va gente por delante. Los puedo ver pero no sé si son escapados o un grupo grande. Así que al coronar doy ejemplo y pido colaboración, en ese momento pensaba que se me iba el corte bueno por delante, pero como podéis leer en la crónica de (precisamente el vencedor de la prueba), Jesús Ángel del Pozo en su blog, lo que iba por delante era una pequeña escapada que neutralizamos bajando.

La bajada pese a ser casi recta discurría por una carretera con asfalto descarnado, con protuberancias y otras ondulaciones imprevistas que casi no te dejaban tiempo de comer y ni de beber. Aun así, al ser bastante larga, hizo que el grupo fuera engordando y al final alcanzáramos a los escapados. 

La siguiente subida fue muy extraña. Seguimos por la misma carretera estrecha, rugosa y bacheada pero tras unos kilometros después de girar a izquierda le añadimos curvas. Muchas curvas. Más y más curvas. 

Nuevamente me viene la cabeza la voz de "Perico" y su: ¡Es que van a mil por hora! Más que subir, aquello era una montaña rusa. Subíamos esprintando como si fuera la meta, bajamos esprintando como si fuera la meta, tomabamos la curva cerrada como si fuera la última antes de la meta y volvíamos a ponernos de pie para esprintar como si fuera meta. Al menos yo tuve esa sensación. Con lo mal que bajo fue para mi una tortura. Cada curva pierdo metros, cada subida me exprimo a fondo para contactar. Se hace eterno. No tengo referencias. Se va quedando gente. Algunos frenan peor y luego recuperan como yo y otros al revés, me pasan en bajada y se quedan en el repecho. Pero al final el resultado es el mismo. Nos quedamos. 

Justo al coronar me empiezan a pasar los coches. Nunca son oportunos. Me pillan en las últimas curvas entorpeciendo mi desesperada persecución, pero cuando abre la carretera y se pasa a un buen asfalto y en recta sé que es el final. Estoy solo y pierdo la estela de los coches. Que rabia.

Al rato veo que otro corredor se acerca y, gracias a él, mantengo el tipo. Intento pasar relevo pero sé que no aporto mucho. Además en un cruce no nos avisan a tiempo y el compañero hace un recto. Le espero y seguimos. Vuelven las curvas. Algo de subida. Nos alcanza un grupo de unos 15 corredores. Pienso que al menos descansaré algo. Me equivoco. Se baja el ritmo y vuelve a ser mi compañero el que sigue tirando. Solo, casi. En cuanto tengo fuerzas adelanto y doy un relevo. Justo entonces escuchamos unos bocinazos. Curva cerrada. Motorista de la Guardia Civil parado. Vemos como bajan las vallas de un paso de trenes. No me lo puedo creer. Pie a tierra y a ver pasar un horrible tren de mercancías casi vacío. 

Recorte de la segunda subida o montaña rusa
como se ve en el perfil de sierra.
Volvemos a la misma situación mientras llegamos a la última subida puntuable del día. Enseguida 5 ó 6 se desmarcan. Cierro el hueco que deja el compañero que ha venido tirando casi todo el tiempo y ahora se queda en la subida (que rabia). Nos quedamos la mitad del grupo. Hasta meta volamos (ya sabéis) a mil por hora y casi me quedo cortado. Hago gestos y pido que cierren el hueco. Alguno me recrimina que no lo cierre yo y le respondo. Son las cosas del directo. 

Al final recupero en cola haciendo la goma y hasta paso algún relevo en los últimos repechos. Y como no me pasan pues sigo. Y como no se abren para tomar las curvas de meta ya lo hago yo y así, casi sin querer esprinto (todo sea por el público) para acabar entre los 50 primeros (el 18 de M-30) y con la cadena fuera de la roldana y pensando que había roto algo. Menudo susto.

Una pena no mantenerme en el grupo de cabeza pero acabo contento, habiéndolo dado todo y descubriendo una zona muy bonita y disfrutona para la bici. Del Monasterio de Piedra ya mejor hablo otro día ^_^

Como siempre os dejo los datos de Strava y la clasificación oficial.

Por último felicitar a la Organización y a la Federación Aragonesa por una prueba estupenda en todos los sentidos, da gusto que dejen llegar a los corredores hasta 20 minutos después, y además que salgan en la clasificación hasta 108 participantes. Eso anima a la gente (al menos a los que como yo no acabamos delante normalmente), que al final hace falta para formar un pelotón. Aunque luego lleguemos como podamos a todos nos gusta acabar carreras, el buen ambiente y que nos aplaudan en meta. ¡Así que chapó!