9 de mayo de 2018

CRÓNICA II TROFEO MASTER PISORAKA, HERRERA DE PISUERGA 2018

Tras una de cal ya se sabe... Sol, buena temperatura y poco viento. La pena fue no poder disfrutar más de la zona y el propio pueblo de Herrera de Pisuerga pero intentaremos repetir con más calma.

Esta segunda edición del trofeo cambiaba parte del recorrido y la meta para mejorar la seguridad y endurecer un poco más la prueba y aunque no puedo hablar del año pasado creo que acertaron. El primer bucle tenía una subida tendida que se encabritaba al final tras un paso por un pueblo algo revirado pero en general carretera ancha y bastante rodadora. Los ataques e intentos de fugas se sucedieron desde el principio y no dejaban caer la velocidad por debajo de los 40 km/h. Sin embargo el grupo no terminaba de romperse y no hubo diferencias claras en la subida.

El paso por Herrera y la salida de los Master 50 y 60 ponía algo nervioso al grupo, nuevamente la carretera amplia y algo ondulada hacía que hubiera multiples iniciativas y bandazos. Fue entonces, mientras algunos guardaban fuerzas y comían algo, que unos cuantos corredores conseguían escaparse antes de llegar al tramo duro. El cambio de carretera puso a prueba nuevamente la salud del pelotón. Primero estirándose y adaptándose a los frenazos para luego soportar el calor y el fuerte ritmo en la subida. El equipo AC parecía controlar la jugada llevando a varios corredores por delante y marcando un buen ritmo en el grupo. El resto lo hacía la carretera estrecha, así que no hubo mucha historia hasta la bajada, donde las diferencias se hicieron más notables y hubo varios cortes por detrás.

La verdad es que me pareció un tramo chulo, bonito y que podía haber marcado la carrera pero sin embargo no siempre se cumple el patrón.

Tras volver a juntarnos pude permitirme el lujo de pedir agua a uno de los coches (desde aquí mil gracias) y después de la última subida, quizá la más fácil, la cosa volvió a ir rapidísima. Aun así pude comer y beber para afrontar los últimos kilómetros con ganas. Volvíamos a carreteras más amplias y con repechos cortos. Bandazos, arrancadas, parones, gente pidiendo paso, gente mirando de reojo... y gente como yo que lo intentamos con más corazón que fuerza... Ya había arrancado sin mucha esperanza, ni suerte, en los primeros kilómetros pero esta vez ya podía darlo todo y ver que pasaba, así que aproveché una subida por fuera de otro compañero y no miré atrás... vamos, no hizo falta porque casi ni nos despegamos unos metros jejeje. Así que reflexionando me dejé caer por el medio del grupo notando los primeros amagos de calambres... Los nervios de la llegada se los dejé a otros y me limité a cruzar el último del pelotón con una gran sonrisa.

Bonita carrera para recuperar sensaciones. Me quedo con el buen rollo entre los compañeros, esas pequeñas bromas a cola de pelotón y con los pequeños gestos que no se suelen ver, como el de un corredor del RC Team que me ofreció rueda en uno de los cortes (Gracias majo).

Como siempre los datos de Strava, la clasificación y alguna noticia.

Por último agradecer a tod@s los fotógraf@s que nos regalan su trabajo para que encima algunos medios ni les citen... Tenéis que poner la firma más grande... ¡Gracias!